Glaucoma
Es la segunda causa de ceguera en el mundo. Siempre se llamó la “enfermedad silenciosa” pues el paciente salvo en casos excepcionales no refiere ninguna molestia mientras la enfermedad progresa y daña el nervio óptico al tiempo que reduce al campo visual de manera lenta. Hasta el 3% de la población general lo padece y el riesgo aumenta con la edad. En la mitad de los casos el diagnóstico no se hace hasta un estado avanzado de la enfermedad. Por ello es importante hacer un diagnóstico precoz con un examen que incluya no solo la toma de tensión ocular sino el análisis del nervio óptico, algunas capas de la retina y el campo visual.
En la mayoría de los casos esta enfermedad se puede controlar simplemente con gotas (colirios) aunque en ocasiones puede ser necesario recurrir a cirugía.